17 febrero 2006

In the Shadows of the Emperor. Nacen, crecen, se reproducen y mueren.

¿Qué? ¿Os esperabais la última entrega de Confron, verdad? Pues no, como llevo dos semanas con el tema, he creído mejor hablar de un juego de tablero como los Dados mandan. Y cómo reza el título hoy toca: In the Shadows of the Emperor ó "inde esshaten deskaises" (cómo me gusta llamarlo a mí).



La caja del "suertudo de Hans" y el tablero con "too" puesto.

En este juego cada jugador es una familia noble que lucha por hacerse con el trono de emperador de Sacro Imperio Romano Germánico. Para esto deberá emprender las acciones pertinentes para ocupar los feudos más importantes y poderosos, y de esta manera influir en las votaciones para elegir a un emperador afín a la familia o bien sentar al benjamín para que dure muchos años en el trono. Ya sea casando a las hijas con varones de buen merecer o dando títulos a los caballeros para ocupar puestos influyentes.
En resumidas cuentas, ser el que más puntos de victoria tiene al final de las cinco rondas del juego. (leches, ya!)

Para lo que podría ser el típico juego en el que el tema esta pillado con pinzas (y de plástico), "In the Shadows" no resulta ser así. Una vez hemos conseguido dominar las instrucciones (que no es poco), nos damos cuenta cómo los mecanismos del juego son perfectamente coherentes con la ambientación, y que encima funcionan muy bien. Pero vayamos por partes, como dijo Jack....

Componentes.
Lo que más destacaría de "In the Shadows" es el tablero. Es el típico tablero, muy bonito a la vista, con cantidad de áreas diferentes y lleno de iconitos y dibujitos. Vamos una autentica paranoia, que nada más verlo sientes la necesidad de saber que puñetas se hace con todo eso. Tenemos siete zonas que representan los distintos feudos, tanto nobiliarios como diocesanos; la zona del emperador, que sirve como marcador de rondas también; la zona para las cartas de puntos de victoria, que tampoco hacía falta pero queda"potito"; y sorprendentemente una zona para marcar nuestros ingresos monetarios.
Cada feudo y cada casilla de la zona del Emperador tienen diferentes efectos de los cuales se beneficia el jugador que controle el feudo, marcados con un dibujo que al primer golpe de vista (e incluso al segundo) resulta difícil adivinar su propósito.

Hablamos de madera. Y aquí sus representantes son las ciudades, con forma de puerta amurallada y los contadores de ingresos, en cuatro colores: amarillo, rojo, azul y verde (cómo no, por otra parte). Seguidamente tenemos a los nobles y caballeros, unas piezas de cartón a modo de baldosas de Carcassonne pero más pequeñas, mucho más pequeñas, sobretodo los caballeros. Excepto los caballeros, los nobles tienen diferentes orientaciones en el tablero dependiendo de su edad y estado civil (y esta parte tiene su coña...ya veréis)



Ese fondo chillón es el dorso del tablero, no el mantel de mi casa...

De la misma factura tenemos los marcadores de Ciudad Imperial y las condiciones de inicio de partida (cartoncito totalmente prescindible, pero supongo que les sobraba espacio en la plancha)



(cantando) Los chicos con las chiiiiicaaas, tienen-que-estar!!

Y por último están las cartas de acción, divididas en tres colores: azul (para los chicos), rosa (para las chicas) y gris (para los...eeeh) que son muy bonitas, sí. Que son la parte fundamental del juego, sí.¡ ¡Pero que las entenderá su padre! Por suerte somos personas capaces y empleando un pelín de lógica Vulcana deducimos que hacen...y digo deducir.

¿Todo correcto? ¿Sí? Bien, pasemos a la mecánica.

Mecánica
En juego se desarrolla en cinco rondas de juego, y es de agradecer, más serian muy pesadas. En este aspecto un 10 para el juego. Son las justas y necesariaspara disfrutar de una buena partida. Durante las cuales los jugadores van pasando por las OCHO fases de las que consta cada una de ellas.

1.-Los jugadores reciben dinerito
2.- Los nobles envejecen (uyuyuy... que se me muere el yayo!)
3.- Los nobles tiene descendencia (uyuyuy... que rompe aguas!)
4.- Acciones: La principal fase del juego y donde intervienen las cartas
5.- Los Nobles se hacen con el poder del Feudo
6.- Los Nobles eligen Emperador: Se elige uno nuevo, porque se produce un relevo en el poder...(¡vamos, que le han cortao la yugular al viejo!... estosalemaneees)
7.- El Emperador habla: el jugador que tenga un ficha suya en el trono realiza la acción del emperador
8.- Mover el marcador de ronda.

Destacaré dos cosas respecto al funcionamiento del juego. Primero lo que más me sedujo del juego es que los nobles: nacen, crecen, se reproducen y mueren, como las cucarachas del anuncio de Cucal...
Cómo se puede ver en la imagen de más arriba, las piezas de noble tienen diferentes orientaciones que se utiliza para marcar la edad que tienen, una vez se supera la edad de 45 años, la gente la palma y la ficha es retirada de juego. Y es que la vida era muy dura en la edad media... Y no sólo eso hacen los nobles, también se casan. Para esto tienen en el reverso de la misma pieza dibujada una pareja que marca el bonito enlace que se produce por cuestiones políticas.

Lo divertido del caso es el siguiente: en la fase de descendencia se determina, dependiendo de la mayoría de cartas azules o rosas, si nuestra descendencia es varón o hembra, si es hembra lo que nos interesa es buscarle un buen partido, alguien de una casa noble adversaria que cierre los conflictos pasados y cure viejas heridas. Educadamente ofrecemos nuestra hija al viejo.... esto, al noble de turno. Pero, ¡oh! desgracia, puede ser rechazada. Así pues, viendo manchado el honor de nuestra hija la mandamos al convento, o sea a ocupar un puesto de monja en uno de los feudos de la Diócesis y sacándonos unas pelillas de paso.
¿¡A que es cafre??
Yo es que con esta parte me río mucho, en casa de un amigo mío llevamos esto a cotas inimaginables y realizamos unas magníficas interpretaciones (aunque nos pasa con todos los juegos...)

Y lo segundo:
En la fase de acciones, que es la principal del juego, tenemos tres acciones a realizar, a saber: Comprar una Carta de Acción, Usar el Privilegio del Feudo ó Mover un Caballero.
Los jugadores van realizando alternativamente una de estas acciones hasta que todos los jugadores o bien no quieran o no puedan hacer más, en este punto se termina la fase cuatro y se pasa a la siguiente. Destacaré la Fase de Comprar Carta de Acción.
Cada carta nos permite hacer diferentes cosas: desde rejuvenecer a un noble, construir una ciudad, recibir gente de otras tierras o conseguir el favor del Papa. Cada carta dependiendo de sus efectos esta limitada a un número concreto, y una vez no hay más cartas de ese tipo, ajo y agua, señores. No podemos hacer esa acción, por lo tanto conviene hacerse con las que nos interesa antes de la coja otro. Además ya que el color de estas cartas interviene la hora de tener descendencia también tenemos que pensar en esto, aunque tampoco tenemos que comernos mucho el tarro con esto.
Aquí viene una pega importante, y es que a pesar de ser bonitas, no queda muy claro que hace cada carta por el dibujo. Necesitamos varias partidas para acordarnos y aún así se nos olvidará todo a media partida. Vamos, las chuletas son muy necesarias.



El Reino de Bohemia en acción (lo siento, no se me ocurría nada gracioso)

¡Atención!
Vamos terminando, tranquilos. Una cosa muy muy mala del juego son las instrucciones, y es que la traducción al inglés debe de haberla hecho un chimpancé encadenado a un máquina de escribir. Son realmente confusas, desordenadas y con un lío de conceptos muy grave, cómo por ejemplo a la hora de dejar claro las diferencias entre Ciudades Imperiales y ciudades normales... muy muy mal. La búsqueda de algo mejor explicado es de cajón, y aún así tampoco hay mucho.
¿Hace falta que diga que miréis en Boardgamegeek?
Yo entre las de la caja, una retraducción, una chuleta de las fases y mi primera partida, conseguí adivinar cómo se jugaba.
Buff...!

Concluyendo

Si te gustan los juegos donde no interviene el azar en ningún momento y pueden rechazarte tu hija en cualquier momento... ¡este es tu juego!. Todo viene determinado por tus acciones y la de los demás, si sabes jugar bien tus cartas tendrás la victoria asegurada. No es un bombazo, pero es un juego agradable de jugar.

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