La verdad es que, viéndolo todo, cómo lo vimos el sábado 28 de enero (¡joer,anda que no!). Poco íbamos a hacer el domingo. Muchos planes sobre cómo volver, que hacer y sumadle a todo esto que ya estábamos empachados de tanta"mini". Pero el domingo nos tenía preparada dos agradables sorpresas, a saber:
>> Una maravillosa charla con el modelador de la primera miniatura clase titán(si a ese bicho se le puede llamar miniatura)
>> Y un delicioso Pollo a
Charlas sobre Tarascus.
La verdad, es que siendo como era mi primera visita a una convención en el extranjero, estaba bastante cortado con eso de hablar con algunos de los pintores, dibujantes o modeladores de Rackham. Simplemente me limitaba a estar cerca e intentar seguir las conversaciones que oía, siempre que fuesen en inglés, porque el francés no lo domino en absoluto.
Pero resulta que mi amigo empezó a enrollarse a hablar con el modelador de este bicho....
Bueno, nos tiramos media hora hablando en inglés con el escultor, y fue una conversación muy agradable por dos motivos. El primero: el escultor es un tío muy enrollado, se le notaba que le encanta su trabajo y nos reímos un montón con sus anécdotas, y segundo, descubrí que mi inglés hablado no es tan malo cómo yo creía (menuda sorpresa, media hora hablando en inglés, leches!)
Evidentemente la conversación giró entorno del bicho, una bestia parda de mucho cuidado. Imaginaos una "miniatura" de palmo y medio de largo. Si conocéis algo de la reglas de Confrontation el Tarascus, que es el nombre del bicho, es la primera miniatura de tipo Titán. ¡Con ese nombre queda todo dicho!, Nos habló de las dificultades de modelar un bicho cómo ese, de hacerlo creíble y las horas de trabajo y diseño que lleva.
Nos contó que actualmente trabaja en una nueva versión del Taracus, cuya cabeza nos mostró, y nos explicó algunas conclusiones sobre cómo sería el acabado. Sin un cuerno central, pero con dos cuchillas a los dos lados de la cabeza.
También nos reímos cuando nos contó cómo la noche anterior a la entrega del Tarascus se le cayó una de las patas delanteras y después de quedar en estado de shock, del que consiguió recuperarlo su esposa, reconstruyó la pata durante toda la noche.
Después de una mañana bastante suculenta y bastante cansados nos dirigimos al restaurante del Hotel y allí nos topamos con la siguiente sorpresa del día.
¡¡Pollo a la Cordon Bleu!!
La camarera en un atropellado español nos lo recomendó y le hicimos caso. ¡Dioses! Imaginaos una pata de pollo rellena de queso y bacón (aún hoy estoy pensando cómo lo rellenaron de esa manera), acompañado por una enorme patata al horno, tamaño Tarascus, y con una salsita para remojarlo todo. Tened esto presente, cuando vayáis a París aprovechad y aunque os salga un poco caro pedid Pollo a la Cordon Bleu ¡Una delicia oiga!
Conclusión:
El viaje bien mereció la pena, y aunque fuimos al vicio e hicimos pocos de guiris, debo decir que París me sorprendió mucho. París tened presente en simplemente ENORME... de esa manera de que hasta que no estas ahí no te puedes hacer una idea exacta. Y respecto a la convención, aunque pequeña, fue muy interesante.
Bueno señores... eso es todo.
Euuh..
¡Ah! pues no, se me olvidaba esto....
¿¿Mechs de la Segunda Guerra Mundial en Confrontation??
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